CECODAP EN ACCIÓN
INFORMACIÓN
SOBRE LAS ACCIONES QUE HACEN POSIBLE QUE LA RUTA DEL BUEN TRATO LLEGUE A LAS
FAMILIAS, CENTROS EDUCATIVOS, DEPORTIVOS, CULTURALES, COMUNIDADES... SEGUIMOS
CRECIENDO JUNTOS
viernes, 21 de febrero de 2014
Cecodap, como
organización social de promoción y defensa de los Derechos Humanos de la
Niñez y Adolescencia y promoción del Buen Trato propone:
Formar
con el ejemplo. Un trabajo que debe empezar por nosotros. En el discurso exigimos
tolerancia y respeto, pero seguimos siendo intolerantes; diálogo, solo queremos
escuchar lo que nos conviene e interesa; fe, no creemos en lo que los demás
dicen y hacen; perdón, fomentamos resentimiento y odio. Con nuestro ejemplo
aprenden a ser incoherentes, incongruentes e inconstantes.
Proteger su integridad física. Evitar la presencia
de niños en manifestaciones, especialmente en lugares en los que se han
presentado enfrentamientos y puede ponerse en peligro su vida.
Evitar que se asomen en balcones, ventanas, puerta de edificio,
salgan a la calle cuando se estén produciendo hechos violentos o
los ánimos estén caldeados.
Promover principios y valores propios de la
democracia. Toca a
cada uno de nosotros tomar la decisión sobre lo que debemos hacer en nuestros
espacios para que nuestros niños, niñas y adolescentes cuenten con las
herramientas para enfrentar la crisis que se vive en el país. A los valores hay
que darle contenido. Es importante preguntarles qué significa respeto,
tolerancia y honestidad. Si partimos de ejemplos, relatos y testimonios, el
resultado será mucho mejor.
Preguntar qué piensan y sienten. Nuestros hijos no están
ajenos a la realidad política. Es importante escucharlos para conocer sus
puntos de vista sobre lo que conocen, piensan y sienten del conflicto que
vivimos. ¿Qué piensan de la democracia? ¿de la división del país?, de los
problemas que vivimos, del alto costo de la vida, de la escasez de productos
básicos, de la inseguridad, de los servicios públicos y qué se debería hacer
para mejorar nuestra calidad de vida y gozar de nuestros derechos.
Valorar sus comentarios y opiniones. Aunque sus relatos,
aparentemente sean una repetición de información que han recibido a través de
los diferentes agentes de socialización, es importante partir de lo que captan
propiciando espacios para la orientación a través del intercambio para hacer de
la crisis un momento educable.
Tomar en cuenta la edad y momento de
desarrollo. La formación y participación se deben tomar de las
características y condiciones del niño, su madurez y etapa de desarrollo.
Reconocer que todos influyen políticamente (familia, escuela, medios de
comunicación…). La indiferencia o indolencia ante lo que sucede es una forma de
asumir una posición política. Lo que no le decimos nosotros se lo dicen los
otros: amigos o compañeros, vecinos y medios de comunicación.
Estar atentos al entorno. La manipulación está
permanentemente al acecho. Si se realiza con y entre las personas
adultas, también se hace con los niños. Allí es donde hay que poner la lupa e
insistir que la participación sea genuina y en condiciones que no pongan
en riesgo su integridad.
Brindar apoyo emocional. Los niños, niñas y adolescentes
perciben y reciben informaciones de todo tipo siendo necesario ofrecerles las
herramientas y oportunidades para comprender, en función a su edad, los momentos
que vivimos y brindar una adecuado apoyo frente a cualquier estado de
estrés, ansiedad, temor, preocupación, rabia, depresión o euforia que los
afecte.
Los padres, madres y familiares son determinantes
en lograr la estabilidad emocional de sus hijos y deben orientar o aclarar
cualquier duda que puedan tener sin que ello implique una sobreexposición de
información, imposición de opiniones.
Mantener las rutinas familiares. Generar espacios de juego, pintura, música, deporte…. administrar el uso de redes sociales son algunas herramientas que contribuyen a crear un clima de mayor tranquilidad, confianza y seguridad.
Estar alerta a nuestras reacciones. Nuestros estados emocionales
pueden hacer que perdamos el control y utilizamos la agresión física o verbal para
corregirlos. Es importante entender que también ellos pueden mostrarse
ansiosos, inquietos, hostiles al no saber manejar sus emociones. Esto se
agudiza cuando no pueden asistir a sus centros educativos o espacios
recreacionales y se ven obligados a permanecer en sus casas.
Buscar apoyo profesional. Como adultos es fundamental
reconocer, validar y manejar nuestras emociones. Es perfectamente válido y
hasta lógico sentir miedo, angustia o rabia frente a cualquier situación que
nos afecte, el reto es canalizar de forma positiva y pacífica el uso positivo
de la emoción sin tener que lastimar y violentar los derechos del otro. Si
sentimos que la situación se nos va de las manos: nos volvemos obsesivos, no
podemos controlar nuestras emociones, no contamos con quién compartir y
desahogarnos, es importante buscar apoyo especializado.
Cecodap es una organización
venezolana con más de 29 años de trabajo ininterrumpido y comprometido con la promoción y defensa de los
derechos humanos de la niñez y adolescencia haciendo especial énfasis en la
construcción de una convivencia sin violencia a través de la participación
ciudadana de los niños, niñas y adolescentes, familias, centros educativos y
sociedad.
Cecodap promueve un movimiento nacional y social por el Buen Trato que involucra a diferentes actores que reconocen, respetan y defienden los derechos de las niñas, los niños, las y los adolescentes en prevención de la violencia en el ejercicio de su ciudadanía.
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