miércoles, 30 de septiembre de 2015

Santa Teresita del Niño Jesús, virgen y doctora: PATRONA DE LAS MISIONES










Adoración al Santísimo

De rodillas…
v  Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar…

Se explica lo que se va a hacer.

Empezamos guardando silencio para concentrarnos (con los ojos cerrados), poniendo nuestro corazón y nuestra mente en Jesús, sólo en Jesús.


Padrenuestro, Ave María y Gloria al Padre.

CANCIÓN: NO ADORÉIS A NADIE u (otra que sepa la maestra)

No adoréis a nadie,
a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie,
a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.

Jesús está aquí, en la custodia, en el Santísimo Sacramento. Por eso hacemos un acto de fe,


Repitan todos:  “Dios mío, yo creo, te adoro, espero y te amo.
Y te pido perdón por los que no creen,
no adoran, no esperan y no te aman”. 


La maestra dice:

Pedimos ayuda a María, Ella está aquí adorando a su Hijo con nosotros. Y le damos gracias por el regalo de su Hijo. Jesús está REALMENTE PRESENTE en la Sagrada Hostia, es nuestro Dios escondido. Él nos ama y quiere que nosotros le amemos. Él nos espera noche y día en la pequeña forma. Él quiere oírnos y nosotros le adoramos porque Él es Dios.

UN NIÑO sale delante del Santísimo y se pone de rodillas.

Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de nosotros.

Todos cantan:

Digno tú eres digno, Rey de Reyes Señor de Señores, tú eres digno.

UN NIÑO sale delante del Santísimo:

Corazón eucarístico de Jesús, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad.

Todos cantan: Digno tú eres digno, Rey de Reyes Señor de Señores, tú eres digno.

UN NIÑO sale delante del Santísimo:

Jesús, manso y humilde de Corazón, danos un corazón como el tuyo.

Todos cantan:
Digno tú eres digno, Rey de Reyes Señor de Señores, tú eres digno


UN NIÑO sale delante del Santísimo:

Jesús, ¡qué bueno eres con todos! Te amamos presente en la Eucaristía.

Todos cantan:

Digno tú eres digno, Rey de Reyes Señor de Señores, tú eres digno


LA MAESTRA DICE:
A veces, aunque queremos ser buenos, ofendemos a Dios. Ahora vamos a pensar cada uno en qué le hemos podido ofender y le pedimos perdón en el silencio de nuestro corazón. Dios nos ama y nos perdona cuando estamos arrepentidos y pedimos su Misericordia.

UN NIÑO:
Creo, Dios mío, que estoy en tu presencia,
que me amas y escuchas mi oración.
Tú eres grande y santo, yo te adoro.
Tú me lo has dado todo, yo te doy gracias.
Te he ofendido con mis malas acciones,
yo te pido perdón de todo corazón.
Tú eres muy bueno, yo te pido que me ayudes
para ser cada día mejor. Amén.

Canción: TAN CERCA DE MÍ

Tan cerca de mí,
tan cerca de mí,
que hasta lo puedo tocar,
Jesús está aquí.

No busques a Cristo en las alturas
ni lo busques en la oscuridad.
Muy cerca de ti, en tu corazón,
puedes adorar a tu Señor.

Tan cerca de mí,
tan cerca de mí,
que hasta lo puedo tocar,
Jesús está aquí.


LA MAESTRA DICE: Ahora pensamos en todas las cosas buenas que nos ha dado y le damos gracias. Unos minutos para pensar.

UN NIÑO: Gracias, Jesús, por los árboles, el agua, el sol, la luna, las flores, los pájaros y toda la creación.

TODOS: Gracias, Señor.

UN NIÑO: Gracias, Jesús, por mi familia, mis abuelos, mis amigos, mis maestros, mis catequistas, mi párroco y por todas las personas que se preocupan por mí.

TODOS: Gracias, Señor.

UN NIÑO: Gracias, Jesús, por mis manos, mis pies, mis piernas, mi nariz, por el don de la vida, por crearme a tu imagen y semejanza.

TODOS: Gracias, Señor.

UN NIÑO: Gracias, Jesús, por querer quedarte entre nosotros en el Santísimo Sacramento del Altar.

TODOS: Gracias, Señor.

UN NIÑO: Gracias, Jesús, por amarnos tanto.

TODOS: Gracias, Señor.

UN NIÑO: Gracias, Jesús porque quieres vivir entre nosotros.

TODOS: Gracias, Señor.

Sentados:

LA MAESTRA DICE: Sabemos que escuchas nuestra oración, por eso te pedimos por:

DOS NIÑOS:
- Oremos por la Iglesia.
- Que Jesús nos guíe y nos una en la paz.

DOS NIÑOS:
- Oremos por nuestro Santo Padre, Papa Francisco.
- Que Dios le fortalezca para que siga guiando a la Iglesia.

DOS NIÑOS:
- Oremos por nuestros sacerdotes.
- Que Dios les ayude a seguir fieles a Jesús.

DOS NIÑOS:
- Oremos por Sor Dilia nuestra Directora General.
- Que Dios le ayude y le bendiga en sus Bodas de Oro por estar cumpliendo 50 años como religiosa..

DOS NIÑOS:
- Oremos por todos los niños del mundo.
- Que Dios les bendiga y conserve limpios sus corazones.

DOS NIÑOS:
- Oremos por nuestras familias.
- Que Dios las proteja y las mantenga unidas.

DOS NIÑOS:
- Oremos por los más necesitados.
- Que Dios les fortalezca y les ayude en sus necesidades.

LA MAESTRA DICE: Ahora hacemos una comunión espiritual:

De rodillas:

TODOS REPITEN:
Yo quisiera, Señor, recibirte, con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los Santos”, como Santa Teresita del Niño Jesús.

UN NIÑO: Oración a la Virgen

Virgen María: hoy no vengo a pedirte nada;
hoy sólo vengo a mirarte
y a decirte que te quiero.
Tú amas mucho a Dios,
por eso eres tan bella y tan pura.
Estás llena de gracia.
Madre de todos los niños,
yo quiero ser bueno, como Tú.
Me gusta llamarte Inmaculada,
concebida sin pecado original.
Y no me avergüenzo de decir a todos que
Tú eres la Madre de Dios y Madre nuestra.
¡Y estás viva! ¡con tu cuerpo y con tu alma! ¡en el Cielo!
¡esperándonos a todos! Virgen María… ¡eres tan bonita!

Canción a la Virgen:  Una entre Todas….u otra canción


LA MAESTRA DICE;: Oración: Al amor de los amores Jesús Sacramentado oración de Santa Teresa de Lisieux
 Repitan todos
Sagrario del Altar/ el nido de tus más tiernos y regalados amores/. Amor me pides, Dios mío, y amor me das;/ tu amor es amor de cielo,/ y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; /el tuyo es infinito y purísimo; /el mío, imperfecto y limitado./ Sea yo, Jesús mío, desde hoy/, todo para Ti/, como Tú los eres para mí/. Que te ame yo siempre/, como te amaron los Apóstoles/; y mis labios besen tus benditos pies/, como los besó la Magdalena convertida/. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido/, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana/. Déjame reclinar mi cabeza/ en tu sagrado pecho/ como a tu discípulo amado San Juan/. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor/.
Por sólo tus amores/, Jesús, mi bien amado/, en Ti mi vida puse/, mi gloria y porvenir/. Y ya que para el mundo/ soy una flor marchita/, no tengo más anhelo/ que, amándote, morir. Amen!
Bendito y alabado sea el santísimo Sacramento del Altar.