lunes, 25 de septiembre de 2017

BIENVENIDOS!!!



ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
"LAMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA"


EL PBRO MARCOS RUZ MOMENTOS DE LAS ORIENTACIONES ESPIRITUALES PARA ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR A LOS ESTUDIANTES, PADRES , REPRESENTANTES Y A TODO EL PERSONAL DEL CENTRO EDUCATIVO.

LAS MAESTRA DIRIGIENDO LAS PLEGARIAS AL SEÑOR POR ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR












NIÑOS Y NIÑAS  ATENTOS, A LA ESCUCHA DEL POEMA QUE LES RECITABA  LA DIRECTORA


MATEO: HIJO DE NUESTRA QUERIDA EXALUMNA NOHELY Y SU ESPOSO CRISTIAM
QUIENES NOS ANIMARON CON SUS CANTOS Y ALABANZAS AL SEÑOR POR ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR
LA EXPRESIÓN MAS HERMOSA DEL AMOR DE DIOS
LA DIRECTORA DIRIGIÉNDOSE A TODOS LOS PRESENTES



LA COORDINADORA DE PRIMARIA: PROF ARLEYS MIENTRAS SALUDABA Y LES DABA LA BIENVENIDA A LOS PRESENTES.




PRESENTACIÓN DE LAS MAESTRAS



Gracias Maestras por ser una mujeres de gran valor
que cuidan a sus estudiantes con gran amor,
gracias por dedicar su tiempo no solo a dar conocimientos
sino a formar la vida de cada hijo de Dios con dedicación.  EXITOS!!! QUE DIOS Y LA SANTÍSIMA VIRGEN LES ACOMPAÑEN



PROF. CARLOS PEREZ (COORDINADOR DE CULTURA) ORGANIZADOR DEL EVENTO DE BIENVENIDA PENDIENTE PARA QUE TODO QUEDE SIEMPRE DE LA MEJOR MANERA DANDO "LO MEJOR PARA DIOS"

NUESTRA PATRONA LA VIRGEN DE COROMOTO RUEGUE POR ESTA "PEQUEÑA PARCELA DE LA IGLESIA" Y POR TODA LA  PATRIA. PERMITE SEÑOR QUE TODO LOS NIÑOS PUEDAN IR A LA ESCUELA.

NUESTROS TESOROS:  DONDE ESTÁN PUESTOS NUESTROS CORAZONES 
DIOS LES BENDIGA!!!


BAJO LA MIRADA DE MONS. ALVAREZ!!!  QUE PODAMOS FLORECER ALLÍ DONDE EL SEÑOR NOS HA PLANTADO
Bienvenidos sean todos a este nuevo año escolar.
Hoy se llena el colegio de alegría por el encuentro. Por el ver nuevamente a nuestros amigos y compañeros, a  mi maestra del año escolar pasado. Nos saludamos con afecto. La emoción por conocer a mi maestra de este año quizás me desveló el sueño al igual que pensar ¿Que nuevos amigos tendré?... Alabamos a Dios por la oportunidad que nos ha regalado de florecer, porque como dice Nuestro Santo Padre el Papa Francisco   en primer lugar allí, donde Dios ha sembrado, espera. Dios espera mucho de  nosotros, porque nos ha dado mucho. ¿Qué padre no espera de sus hijos? Todos estos papa que está allí Esperan mucho de ustedes, también ustedes esperan mucho de nosotros y nosotros de ustedes. No pienses que la lucha que conduces aquí en la tierra es del todo inútil, porque en nosotros late una semilla de absoluto. Dios no desilusiona, y si ha puesto una esperanza en nuestro corazón no la quiere truncar con frustraciones continuas. “Todo nace para florecer en una eterna primavera”, y “también Dios nos hizo para florecer”. “Recuerdo ese diálogo, cuando el roble pidió al almendro, háblame de Dios y,... ¡el almendro floreció!”. 
Ustedes mis niños son la expresión más hermosa de Dios. A florecer todos para dar como siempre “Lo mejor para Dios”

Dije tembloroso al sol poniente: ¡Háblame de Dios!
El sol se ocultó sin decirme nada.
Y el sueño se convirtió en realidad.

Al día siguiente por la mañana,
cuando yo abría la ventana,
el sol ya me esperaba sonriente.

Dije al almendro: ¡Háblame de Dios!
Y el almendro floreció.

Dije a la fuente: ¡Háblame de Dios!
Y el agua brotó.

Dije a la naturaleza: ¡Háblame de Dios!
Y la naturaleza se cubrió de belleza.

Dije a mi hijo: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me dijo: Háblame tú.

Dije a mi padre: ¡Háblame de Dios!
Y él se quedó mirándome y amándome.

Dije a mi madre: ¡Háblame de Dios!
Y la madre me dio un beso.

Dije al labrador: ¡Háblame de Dios!
Y al labrador me enseñó a labrar.

Dije al obrero: ¡Háblame de Dios!
Y él me dijo: Trabaja y lo encontrarás.

Dije al pobre: ¡Háblame de Dios!
Y me dio un trozo de pan que se llevaba a la boca.

Dije al enemigo: ¡Háblame de Dios!
Y el enemigo me dio la mano.

Dije a un niño: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me sonrió.

Dije a un soldado: ¡Háblame de Dios!
Y el soldado dejó las armas.

Dije a la gente: ¡Háblame de Dios!
Y la gente me amó.

Dije a la mano: ¡Háblame de Dios!
Y la mano se convirtió en servicio.

Dije al dolor: ¡Háblame de Dios!
Y el dolor se hizo agradecimiento.

Te dije: ¡Háblame de Dios!
Y tú bien sabes qué me dijiste.

Dije a la Biblia: ¡Háblame de Dios!
Y la Biblia se ahogó de tanto hablar.

Dije a Jesús: ¡Háblame de Dios!
Y Jesús rezó el Padre nuestro.

Dije a Dios: ¡Háblame de Dios!
Y Dios me dijo: Te hablaré de ti.