ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA "LAMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA" |
EL PBRO MARCOS RUZ MOMENTOS DE LAS ORIENTACIONES ESPIRITUALES PARA ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR A LOS ESTUDIANTES, PADRES , REPRESENTANTES Y A TODO EL PERSONAL DEL CENTRO EDUCATIVO. |
LAS MAESTRA DIRIGIENDO LAS PLEGARIAS AL SEÑOR POR ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR |
NIÑOS Y NIÑAS ATENTOS, A LA ESCUCHA DEL POEMA QUE LES RECITABA LA DIRECTORA |
MATEO: HIJO DE NUESTRA QUERIDA EXALUMNA NOHELY Y SU ESPOSO CRISTIAM QUIENES NOS ANIMARON CON SUS CANTOS Y ALABANZAS AL SEÑOR POR ESTE NUEVO AÑO ESCOLAR
LA EXPRESIÓN MAS HERMOSA DEL AMOR DE DIOS
|
LA DIRECTORA DIRIGIÉNDOSE A TODOS LOS PRESENTES |
LA COORDINADORA DE PRIMARIA: PROF ARLEYS MIENTRAS SALUDABA Y LES DABA LA BIENVENIDA A LOS PRESENTES. |
PRESENTACIÓN DE LAS MAESTRAS |
PROF. CARLOS PEREZ (COORDINADOR DE CULTURA) ORGANIZADOR DEL EVENTO DE BIENVENIDA PENDIENTE PARA QUE TODO QUEDE SIEMPRE DE LA MEJOR MANERA DANDO "LO MEJOR PARA DIOS" |
NUESTRA PATRONA LA VIRGEN DE COROMOTO RUEGUE POR ESTA "PEQUEÑA PARCELA DE LA IGLESIA" Y POR TODA LA PATRIA. PERMITE SEÑOR QUE TODO LOS NIÑOS PUEDAN IR A LA ESCUELA. |
NUESTROS TESOROS: DONDE ESTÁN PUESTOS NUESTROS CORAZONES |
BAJO LA MIRADA DE MONS. ALVAREZ!!! QUE PODAMOS FLORECER ALLÍ DONDE EL SEÑOR NOS HA PLANTADO |
Bienvenidos
sean todos a este nuevo año escolar.
Hoy
se llena el colegio de alegría por el encuentro. Por el ver nuevamente a
nuestros amigos y compañeros, a mi
maestra del año escolar pasado. Nos saludamos con afecto. La emoción por
conocer a mi maestra de este año quizás me desveló el sueño al igual que pensar
¿Que nuevos amigos tendré?... Alabamos a Dios por la oportunidad que nos ha
regalado de florecer, porque como
dice Nuestro Santo Padre el Papa Francisco
en primer lugar allí, donde Dios ha sembrado, espera. Dios espera mucho
de nosotros, porque nos ha dado mucho.
¿Qué padre no espera de sus hijos? Todos estos papa que está allí Esperan mucho
de ustedes, también ustedes esperan mucho de nosotros y nosotros de ustedes. No
pienses que la lucha que conduces aquí en la tierra es del todo inútil, porque
en nosotros late una semilla de absoluto. Dios no desilusiona, y si ha puesto
una esperanza en nuestro corazón no la quiere truncar con frustraciones
continuas. “Todo nace para florecer en una eterna primavera”, y “también Dios
nos hizo para florecer”. “Recuerdo ese diálogo, cuando el roble pidió al
almendro, háblame de Dios y,... ¡el almendro floreció!”.
Ustedes mis niños son la expresión más
hermosa de Dios. A florecer todos para dar como siempre “Lo mejor para Dios”
Dije tembloroso al sol poniente: ¡Háblame de
Dios!
El sol se ocultó sin decirme nada.
Y el sueño se convirtió en realidad.
Al día siguiente por la mañana,
cuando yo abría la ventana,
el sol ya me esperaba sonriente.
Dije al almendro: ¡Háblame de Dios!
Y el almendro floreció.
Dije a la fuente: ¡Háblame de Dios!
Y el agua brotó.
Dije a la naturaleza: ¡Háblame de Dios!
Y la naturaleza se cubrió de belleza.
Dije a mi hijo: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me dijo: Háblame tú.
Dije a mi padre: ¡Háblame de Dios!
Y él se quedó mirándome y amándome.
Dije a mi madre: ¡Háblame de Dios!
Y la madre me dio un beso.
Dije al labrador: ¡Háblame de Dios!
Y al labrador me enseñó a labrar.
Dije al obrero: ¡Háblame de Dios!
Y él me dijo: Trabaja y lo encontrarás.
Dije al pobre: ¡Háblame de Dios!
Y me dio un trozo de pan que se llevaba a la boca.
Dije al enemigo: ¡Háblame de Dios!
Y el enemigo me dio la mano.
Dije a un niño: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me sonrió.
Dije a un soldado: ¡Háblame de Dios!
Y el soldado dejó las armas.
Dije a la gente: ¡Háblame de Dios!
Y la gente me amó.
Dije a la mano: ¡Háblame de Dios!
Y la mano se convirtió en servicio.
Dije al dolor: ¡Háblame de Dios!
Y el dolor se hizo agradecimiento.
Te dije: ¡Háblame de Dios!
Y tú bien sabes qué me dijiste.
Dije a la Biblia: ¡Háblame de Dios!
Y la Biblia se ahogó de tanto hablar.
Dije a Jesús: ¡Háblame de Dios!
Y Jesús rezó el Padre nuestro.
Dije a Dios: ¡Háblame de Dios!
Y Dios me dijo: Te hablaré de ti.
El sol se ocultó sin decirme nada.
Y el sueño se convirtió en realidad.
Al día siguiente por la mañana,
cuando yo abría la ventana,
el sol ya me esperaba sonriente.
Dije al almendro: ¡Háblame de Dios!
Y el almendro floreció.
Dije a la fuente: ¡Háblame de Dios!
Y el agua brotó.
Dije a la naturaleza: ¡Háblame de Dios!
Y la naturaleza se cubrió de belleza.
Dije a mi hijo: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me dijo: Háblame tú.
Dije a mi padre: ¡Háblame de Dios!
Y él se quedó mirándome y amándome.
Dije a mi madre: ¡Háblame de Dios!
Y la madre me dio un beso.
Dije al labrador: ¡Háblame de Dios!
Y al labrador me enseñó a labrar.
Dije al obrero: ¡Háblame de Dios!
Y él me dijo: Trabaja y lo encontrarás.
Dije al pobre: ¡Háblame de Dios!
Y me dio un trozo de pan que se llevaba a la boca.
Dije al enemigo: ¡Háblame de Dios!
Y el enemigo me dio la mano.
Dije a un niño: ¡Háblame de Dios!
Y el niño me sonrió.
Dije a un soldado: ¡Háblame de Dios!
Y el soldado dejó las armas.
Dije a la gente: ¡Háblame de Dios!
Y la gente me amó.
Dije a la mano: ¡Háblame de Dios!
Y la mano se convirtió en servicio.
Dije al dolor: ¡Háblame de Dios!
Y el dolor se hizo agradecimiento.
Te dije: ¡Háblame de Dios!
Y tú bien sabes qué me dijiste.
Dije a la Biblia: ¡Háblame de Dios!
Y la Biblia se ahogó de tanto hablar.
Dije a Jesús: ¡Háblame de Dios!
Y Jesús rezó el Padre nuestro.
Dije a Dios: ¡Háblame de Dios!
Y Dios me dijo: Te hablaré de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario